BAROSSE, una estancia exquisita


A dos kilómetros de Jaca se encuentra BAROSSE, un exclusivo hotel con encanto en el que disfrutar de una estancia muy agradable. Gustavo y Jose son sus propietarios y, desde el momento en que llegas, te hacen partícipe de todo el encanto que se respira en esta casa. Sus habitaciones están decoradas con un gusto exquisito, todas diferentes, en las que no falta detalle. Nosotros hemos tenido la oportunidad de dormir en la habitación «Lavadero», una Junior Suite con un cabezal de piedra que crea una atmósfera muy acogedora, un baño precioso en color azul claro y unas vistas muy relajantes.

En la mesita de noche, un Ipod con música y con la posibilidad de personalizarla a nuestro gusto. Jose, que nos atiende desde el primer momento, nos invita a relajarnos en la Sala Spa, que podemos utilizar una hora al día y en la que encontramos una sauna y un gran jacuzzi, rodeado de pequeñas velas que impregnan la sala con una cálida luz. Un placer para todos los sentidos. Allí nos quedamos hasta la hora de cenar.

La primera noche nos acercamos a Jaca para comer algo, donde nos han recomendado La Tasca de Ana, un restaurante de tapeo donde no hay que perderse los Rodolfitos, el hojaldre de foie y manzana, el falso boletus, la empanada Maite y la ensaladita. Aunque todo está delicioso. Al regresar a Barosse nos sentamos en el jardín a tomar una copa, a disfrutar el momento.

Ya por la mañana, nos espera un delicioso desayuno: zumos, cafés, embutido, pan, fruta, mermeladas, bollería… Y que no falte un bizcocho casero riquísimo.

Al terminar, Jose nos ayuda a preparar la ruta del día, aconsejándonos pueblos para conocer, restaurantes y ,ya que estamos a principios de otoño, merece una visita la Selva de Oza, con bosques de diferentes tonalidades que ofrecen un paisaje espectacular.

Por la tarde nos acercamos a Ansó y a Hecho, dos pueblos muy tranquilos de casas y calles empedradas en pleno Pirineo. Más tarde volvemos a Barosse y allí nos espera de nuevo el spa y una botella de cava, que ayudan a rematar un buen día. Pero todavía nos queda disfrutar de una cena preparada por Gustavo, al lado de la chimenea y con la tranquilidad que ofrece el entorno de Barosse.

Al día siguiente, después de otro gran desayuno, nos acercamos a Villanúa, para entrar en la «Cueva de las Güixas», un recorrido por donde vivieron nuestros antepasados, con estalactitas, estalagmitas y habitantes que viven en la oscuridad, una buena colonia de murciélagos.

Y como es la hora de comer y estamos cerca de Canfranc, entramos en L’Anglassé, un restaurante que ofrece un buen menú a buen precio. Por la tarde visitamos la antigua estación internacional de Canfranc, a más de mil metros de altitud e inaugurada en 1928, que enlazaba España y Francia atravesando los Pirineos. Conserva su elegante edificio principal y fue catalogada Monumento en 2002.

En nuestra última noche por tierras aragonesas, volvemos a La Tasca de Ana, a probar nuevas especialidades y repetir alguna del primer día. Hay un ambiente genial y enseguida conseguimos sitio en la barra, un lugar privilegiado. Después de una buena cena, donde no ha faltado vino de la zona, nos sentamos en la Sala de estar de Barosse, una estancia tranquila, con sofás y butacas, para escuchar música, entretenerse con juegos o tomar algo. En la sala contigua hay una estantería con bebidas y una nevera con refrescos.  Y no falta una pequeña libreta para que vayas apuntando lo que tomas. Es lo más parecido a estar en casa.

Un buen descanso y por la mañana disfrutamos una vez más del pan recién hecho, de los quesos y de la variedad de productos para afrontar el día de regreso. Nos despedimos con mucha pena pero también con la alegría de haber pasado unos días tan fantásticos y con la promesa de volver y dormir en la «Ermita», una habitación especial a la que se accede desde el jardín, con chimenea y una gran bañera, entre otros detalles.

De regreso a casa, aprovechamos para acercarnos al Monasterio Viejo de San Juan de la Peña, escondido entre las rocas y al Castillo de Loarre, de estilo románico y construido en el S.XI. Dos impactantes monumentos que no hay que perderse.

Un fin de semana relajante y lleno de nuevas experiencias.

Categorías: alojamientosEtiquetas: , , , ,

Deja un comentario